LA HISTORIA DE MATEO EL GOLEADOR CAUCETERO,JOYITA DE ARGENTINO JUNIORS

‘Cuando nací ya tenía una pelota en mi casa’, recuerda Mateo Díaz Cháves al hablar sobre su relación con el fútbol. El pibe nacido en Caucete desde un primer momento dejó en claro que su pasión era ir detrás de la redonda, para clavarla al fondo de la red. Gracias a su esfuerzo y a su talento logró asentarse en uno de los clubes con mejores inferiores del país: la de Argentinos Juniors.ÂEn esta charla con Diario 13, este goleador contó como llegó a la Reserva del ‘Semillero del Mundo’.

La historia de Mateo empezó en tierras cauceteras. Como él mismo manifestó, desde que tiene uso de razón la caprichosa estuvo presente en su vida. Esto se debe principalmente a que su padre era director técnico, por lo que desde siempre tuvo una tendencia a dedicarse a este deporte.

El ojo especializado de su papá lo hizo notar que este pequeño a sus cortos 4 años de vida, ya debía dar sus primeros pasos en un club.ÂGracias a esta decisión, el niño pasó de divertirse en casa, a tener roce con otros chicos que sentían el mismo amor por el fútbol que él.

‘Comencé a jugar al fútbol a los 4 años, era muy chiquito pero era lo que más me gustaba. Me motivó el hecho de que desde que nací ya tenía una pelota en casa y me gustaba patear al arco o a la pared.ÂDisfrutaba patear la pelota y mi viejo me llevó un club donde quedé con mi hermano. Hasta el día de hoy sigo con la misma pasión que cuando era chiquito’, recordó el propio Mateo.

Como era lógico, Mateo fue anotado en la escuelita de la misma institución donde trabajaba su progenitor, el CDC (Club Deportivo Caucete). Esto le permitió empezar a mejorar su juego tácticamente, más allá del talento innato que ya demostraba al pisar el verde césped.

Con el paso de los años sus entrenados lo fueron probando en diferentes posiciones, hasta que finalmente dieron con la tecla. Los especialistas que lo tuvieron bajo su ala definieron que su mejor rendimiento brotaba cuando era el 9 del equipo para el que jugaba.

 

Así fue como Mateo se fue formando en el CDC, hasta que un suceso que ocurrió en su familia lo hizo repensar muchas cosas. Se trataba de que su hermano mayor fue fichado por Argentinos Juniors.ÂAdemás de sentir una gran felicidad y orgullo por Emanuel, empezó a ver como una posibilidad real el dar un salto y seguir formándose en un club realmente importante.

Esto pensamiento estuvo girando por su cabeza hasta que el destino le entregó una chance concreta. Al año siguiente de que Emanuel emigró a Buenos Aires, nuevamente el ‘Bicho’ de la Paternal comenzó a realizar pruebas en busca de nuevos talentos.

‘La chance de estar en Argentinos fue a través de Facebook. Vi que probaban chicos y como ya estaba mi hermano ahí también, decidí ir con mi viejo para ver si podía quedar. Ya me había decidido a que quería seguir mi carrera en otro lado. Fui a la prueba durante una semana y gracias a Dios quedé. Al año siguiente, que fue en 2017, me hicieron venir para ya quedarme’, relató.

Si bien el despedir a dos hijos adolescentes en tan poco tiempo fue algo duro para la familia, ellos se sentían afortunados. Esto se debe a que no suele ser habitual tener la posibilidad de que dos hermanos queden en un mismo club. Sobre todo lo menos usual, es que esto se de en un club tan histórico como el ‘Bicho colorado’.

Apoyándose el uno en el otro en los momentos difíciles, ambos consiguieron progresar subiendo de categoría cada año. Esto quedó demostrado cuando los hermanos coincidieron en la Reserva de este club que supo ver los inicios de cracks como Riquelme o el mismo Maradona.

‘A él en un momento lo subieron a Reserva, yo tuve que esperar un poco más así que estábamos en el mismo club pero no en el mismo equipo. Después me sumaron a Reserva a mi y pudimos jugar juntos un sólo partido que creo que fue contra Central Córdoba. Compartimos cancha cuando entramos en el segundo tiempo’, expresó.

Fuente Canal 13 san juan

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