El Gobierno nacional se encuentra en una encrucijada ante la aceleración de la inflación y la turbulencia en los tipos de cambio paralelos. En un intento por frenar la subida de precios, la Secretaría de Comercio ha citado a las principales empresas de consumo masivo y supermercados para rediscutir el programa Precios Justos. El objetivo inicial es dar marcha atrás con las remarcaciones preventivas que se realizaron en las últimas semanas debido a la subida del dólar blue.
El plan oficial establecía un congelamiento por 90 días de unos 2.000 productos y un sendero de incrementos promedio del 3,2% para unos más de 50.000. Sin embargo, este plan parece difícil de sostener en el contexto actual. Las empresas han solicitado una revisión debido a la reciente subida de costos que ha implicado la aceleración inflacionaria de este año.
El Gobierno está analizando un nuevo sendero de precios por 90 días que permita acomodar gradualmente el cronograma de aumentos en función del cambio de contexto. Se está trabajando con los insumos difundidos que tienen un impacto directo en los costos de los fabricantes para poder ajustar el programa Precios Justos de manera efectiva.
Los relevamientos de distintas consultoras dan cuenta de que la inflación no ha mostrado grandes retrocesos el mes pasado. En el sector privado se estima un piso del 7% de inflación, mientras que el Gobierno reconoce que no habrá una gran desaceleración con respecto al alarmante dato de marzo. Por lo tanto, el Gobierno se enfoca en acotar el efecto en precios de la corrida cambiaria y en reforzar las reservas.
El diálogo entre el Gobierno argentino y las empresas locales continúa en un intento por estabilizar los precios y la economía del país. Además, se están llevando a cabo negociaciones con el FMI para adelantar desembolsos y se espera un posible alivio desde Brasil con la ayuda de Lula. Todo esto en medio de un contexto económico incierto que requiere medidas efectivas para lograr la estabilidad en el país.
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