La policía carioca reprimió esta tarde a hinchas de Boca que se encontraban en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, en la previa de la final de la Copa Libertadores con Fluminense.
El enfrentamiento comenzó luego de que simpatizantes del rival del xeneize en la definición comenzaron a acercarse a los argentinos que estaban congregados en el puesto 2 del popular balneario, donde está ubicado el Fan Zone dispuesto por la Conmebol, a partir de lo cual las fuerzas de seguridad locales se acercaron, lanzaron gas lacrimógeno y bombas de estruendo y dispararon balas de goma. Toda la escena fue captada por las cámaras de LN+.
A modo de defensa, los hinchas del club de la Ribera arrojaron botellas, reposeras y otros objetos contundentes a la policía militar, que los empujó hacia el mar y luego detuvo a algunos de los protagonistas, incluyendo algunos que habían escapado al agua.
“Vino la barra de Fluminense directamente a golpear a gente de Boca. Acá hay familias, no fuimos a pelear. Se llevaron celulares de gente que tiene entradas ahí”, denunció uno de los simpatizantes que se encontraba cantando en el puesto. Otro hincha ratificó que recibió balazos mientras buscaba sus lentes de contacto, que terminó perdiendo.
Otros argentinos denunciaron la pobre actitud que tomó la policía antes del conflicto: “Lo peor de todo es que esta mañana a nosotros nos robaron. Nos metimos al agua, habían otros amigos cuidando las cosas. Cuando volvimos del agua se las habían robado. Las encontramos a través del localizador de Google, acá a la vuelta, que estaba al celular. Encontramos unos policías y se nos c… de risa en la cara. Ellos van a Argentina, pasa algo y la policía defiende más a ellos en Argentina que a nosotros”.
Uno de los testimonios más estremecedores lo dio Remo Gastaldi, un hombre que había viajado desde Córdoba para ver al Xeneize: “Estoy temblando. Nos estábamos divirtiendo todos los hinchas de Boca, acá en la playa. Sabíamos que estaban los hinchas de Fluminense a pocos metros. Fue un sacudón terrible. Hubo robos, botellazos, gente que perdió lentes de contacto y ropa. Fui con mis dos hijos y todavía no los pude ver, no sé dónde están”.
Por otra parte, algunos hinchas locales también contaron que sufrieron agresiones por parte de los argentinos, como fue el caso de Rogério, según informó Globoesporte: “Estaba en la playa con mi esposa. Un tipo llegó de la nada, molesto, gritando cosas que no entendíamos. Mi perro fue hacia él, le dio una patada. Le dije ‘¿qué es eso? ¿Estás loco?’ Intentó darme un puñetazo, pero lo aparté y se alejó. Cuando llegó la policía, lo encontró y se lo llevó. Nos ofendió todo el tiempo y trató de atacar a otras personas. Profirió varios insultos, ‘boludo’, ‘macaquito’…”.
“Operación playa limpia”
Algunas horas después de que se desatara el conflicto, un grupo de barras de Fluminense comenzaron a moverse en masa por el costado de la playa, prendiendo bengalas y cantando canciones, sin conflicto alguno con la policía como se vio más temprano. Y uno de los integrantes de la torcida envió un mensaje en X que no dejó dudas acerca de cuáles eran las intenciones de los locales: “La ‘operación playa limpia’ comenzó en Copacabana. La tropa de Flu avanzó contra los argentinos”.
El parte policial
Por la noche, la policía militar del Estado de Río de Janeiro (PMERJ) informó que dos hinchas argentinos fueron detenidos “luego de involucrarse en un disturbio en la franja de arena”. El incidente luego fue constatado en la comisaría de la región. Más tarde, en el medio de los conflictos detuvieron otros dos simpatizantes, un brasileño y un argentino, y se confiscaron siete armas blancas en siete barrios de la Zona Sur de la ciudad carioca. Uno de los detenidos argentinos fue identificado como Cristian Medina, sin relación con el volante de Boca.
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