DE LA PLANTA AL SAN JUAN DEL BICENTENARIO

Hace unos días pedían ayuda en redes sociales para formar su propio club y ahora están en el Estadio del Bicentenario, siendo testigos presenciales del primer clásico del año del fútbol argentino. Son los futbolistas de La Planta, los mismos que contaron a Infobae su historia de sacrificio y pasión por la redonda, y emocionaron a todo un país.

Este grupo de soñadores llegó al Estadio del Bicentenario por invitación del presidente de la Federación Sanjuanina de Fútbol, el dirigente Nacif Farías. Es la primera vez que conocen el Gigante de Pocito y que ven por primera vez a un gigante mundial como Boca Juniors, club por el que hincha la mayoría del equipo. Hay otros fanáticos de Independiente, al que pocas veces lo han podido ver por tele, que también tienen la chance de verlo este sábado a unos pocos metros.

“Los chicos recorrieron 140 kilómetros para llegar al Estadio. Les regalaron entradas y no dudaron en ir. Solo pudieron viajar 19 de los 30 que son, pero la emoción es compartida. Ellos están muy contentos porque nunca han ido a ver un partido de estas características, es un sueño para ellos ver a Boca y a Independiente. Ellos sueñan con llegar a ese nivel, con jugar como ellos”, comentó Yamila, quien es colaboradora del club de La Planta.

Un pueblo unido por el sueño futbolero

La Planta es un un pueblo desértico y desprovisto de casi todo, excepto de sueños: tener su club para que grandes y chicos jueguen al fútbol, en su propia cancha, con sus camisetas, con botines a estrenar (por ellos, no les importa que alguien ya los haya usado un poco) y poder recibir allí a otros equipos para disputar algún torneo.

En el pueblo —que pertenece a Caucete, está habitado por unas 350 personas y también se ubica a 140 kilómetros de Chepes, La Rioja— hace unos años se formó un grupo que se puso al frente de concretar ese sueño y a fuerza de pico y pala, comenzó a limpiar un terreno descampado y árido para convertirlo en la canchita de tierra donde disputan sus encuentros.

“Esto lo comenzamos un grupo de personas hace unos años y ahora todos soñamos con tener un club y competir en alguna liga local. Aquí la vida es muy dura, pero tratamos de salir de la rutina, al menos por un rato, gracias al fútbol”, le contaba a Infobae Ariel Ibáñez, desde hace 15 años entrenador del equipo compuesto por 40 jugadores, entre mujeres y hombres, de hasta 42 años. Para ellos, este deporte también significa darles un futuro a sus hijos y sacarlos un poco de las pantallas.

Tiempo de San Juan

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