El Gobierno Nacional, liderado por Javier Milei, anunció una medida que impactará directamente en el bolsillo de millones de argentinos: un recorte en los subsidios a las tarifas de luz y gas.
Esta decisión, que busca equilibrar las cuentas públicas y reducir la inflación, afectará a alrededor de 9,5 millones de hogares de ingresos medios y bajos.
A partir de febrero, los usuarios de los segmentos N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios) verán reducidas las bonificaciones en sus facturas de energía. Mientras que antes recibían un descuento del 71,2% y 55,94% en electricidad, respectivamente, a partir de ahora el descuento será del 65% y 50%. En el caso del gas natural, la reducción del subsidio será similar.
Esta disminución en los subsidios se traducirá en un aumento en las boletas de luz y gas. Se estima que el incremento promedio será de 1,5% para la electricidad y de 1,6% para el gas.
La medida, que fue oficializada a través de resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, forma parte de la estrategia del Gobierno para reducir el gasto público y controlar la inflación. Según el ministro de Economía, Luis Caputo, el objetivo es llevar la inflación por debajo del 2% mensual.
Si bien el Gobierno argumenta que esta medida es necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema energético y reducir el déficit fiscal, los usuarios se verán afectados por un aumento en sus costos fijos. Especialistas advierten que este incremento en las tarifas podría impactar en el poder adquisitivo de las familias y generar un mayor nivel de inflación.
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