LA CRECIENTE SE LLEVO LA VIDA UN JOVEN DE 24 AÑOS

Apenas una semana después del milagro de Daniel Olivares, el hombre que fue arrastrado por una crecida con camioneta y todo en la zona de Pachaco, en Zonda, y sobrevivió luego de más de 30 horas luchando en el río y a la deriva, ayer hubo un hecho similar, también con una crecida de por medio, pero esta vez con un final trágico. En este caso, fue Jonathan Miranda, un joven de 24 años, quien fue sorprendido por el enorme caudal de agua que bajaba desde los cerros en plena tormenta en la madrugada de ayer, justo cuando cruzaba en moto el badén de la Ruta 318, entre Cañada Honda y La Cienaguita, Sarmiento. La tromba de agua primero le arrebató la moto y, aparentemente cuando se aventuró a intentar recuperarla, él también fue arrastrado. Su cuerpo sin vida fue hallado horas después, tras un intenso y complicado operativo policial de búsqueda, a 6 km del badén.

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Zona complicada. En medio del barro de la tormenta primero hallaron la moto y luego el cuerpo.

Miranda iba camino a lo de su novia, en Sarmiento, avanzando con dificultad en su moto 150 cc. La zona era un verdadero diluvio y todavía quedaba sortear el obstáculo más complejo del camino, el famoso badén de la 318, que hace de embudo para las crecidas cada vez que hay una tormenta grande en Sarmiento. La lluvia caía con mucha fuerza y el joven no dudó en lanzarse a través del badén para llegar cuanto antes en esa madrugada difícil.

Pero la fuerza de la crecida en ese momento fue mucho mayor que la de su rodado, y lo volteó con vehículo y todo. El joven forcejeó e intento sostenerla, pero no pudo. Sí logró salir con vida de allí, y lo primero que hizo al ver que el agua le arrebataba su moto, fue tomar el celular empapado y llamarle a su novia. Le contó como pudo lo que acababa de pasarle y no hubo más comunicación. Fue la propia chica, asustada y al borde de la desesperación en su casa, quien avisó a la Policía. Y ahí empezó otro capítulo.

La búsqueda comenzó muy temprano y con los primeros rayos del sol ya había un despliegue enorme en toda la zona. Hasta allí habían llegado efectivos de la Seccional 8va, Bomberos, Policía Rural, la División Búsqueda y Rescate GERA, y hasta el helicóptero de la provincia. Lo primero que hallaron fue la moto, en el socavón aguas abajo del badén, a 200 metros. Pero la búsqueda del muchacho se dificultaba mucho por la greda y el barro, que volvían inaccesible todo el terreno.

Hasta que desde el helicóptero vieron lo que parecía ser un cuerpo, a 6 km de distancia. Los uniformados fueron, y encontraron el peor final: allí yacía el joven cadáver de la primera víctima fatal de las tormentas que están marcando este enero.

Fuente Diario de Cuyo

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