ARGENTINA SE OPUSO A LA PREVENCIÓN Y ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Argentina fue el único país en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) que votó en contra de una resolución sobre la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, aprobada por 170 naciones. El voto en contra se dio en el marco de una votación histórica que tuvo lugar este lunes, una semana después del rechazo de la resolución sobre los derechos de los pueblos indígenas. En total, 13 países se abstuvieron, mientras que Argentina, bajo instrucciones del gobierno de Javier Milei, se opuso a la medida.

La resolución, titulada “Intensificar los esfuerzos en la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, en especial en el entorno digital”, fue promovida por un grupo de países, entre ellos Albania, Alemania, España, México, Colombia y Bolivia, y destacaba la creciente preocupación por la violencia en línea y su impacto desproporcionado sobre mujeres y niñas. Este documento insta a los Estados miembros a reforzar sus leyes y políticas para abordar el problema, haciendo especial énfasis en la importancia de la educación y la participación de la sociedad civil en la lucha contra la violencia de género.

El rechazo de Argentina a esta resolución refuerza la postura internacional del presidente Milei, quien ha optado por alejar al país de algunas iniciativas globales, como las relacionadas con la Agenda 2030 y derechos colectivos de tercera generación. Esta postura contrasta con la de otros países, como Estados Unidos e Israel, que votaron a favor de la resolución.

La decisión de oponerse a la resolución se enmarca en un contexto más amplio de reconfiguración de la política exterior argentina bajo el gobierno de Milei, quien ha buscado alinear al país más estrechamente con las políticas geopolíticas de Estados Unidos e Israel. De hecho, Argentina ha experimentado varios cambios en su Ministerio de Relaciones Exteriores, con la reciente salida de Gerardo Werthein y la designación de Francisco Tropepi, quien ocupa ahora un papel clave en la diplomacia argentina.

En relación con la votación en la ONU, la resolución fue presentada como un avance en la lucha por la igualdad y la protección de los derechos de las mujeres, y subraya la profunda preocupación por la prevalencia de la violencia contra mujeres y niñas, tanto en el ámbito digital como en otros contextos. Además, se instó a los Estados a implementar políticas para prevenir y eliminar todas las formas de violencia y garantizar el acceso a recursos y servicios de apoyo para las víctimas.

El rechazo de esta resolución por parte de Argentina se interpreta como parte de una estrategia del gobierno de Milei de presentar una postura más firme y diferenciada frente a los organismos multilaterales, especialmente cuando las iniciativas van en línea con una agenda global que el mandatario considera incompatible con los intereses nacionales de Argentina. Sin embargo, esta posición ha generado divisiones dentro del ámbito internacional, dada la relevancia de los temas abordados en la resolución, que involucran derechos humanos y la seguridad de las mujeres en la era digital.


A medida que avanza la administración de Milei, su política exterior parece estar cada vez más enfocada en alinearse con intereses específicos, priorizando una visión geopolítica más estrecha con potencias como Estados Unidos, mientras se distancia de otras resoluciones de la ONU que, según el gobierno argentino, no coinciden con su visión. Esta postura se traduce en un acercamiento a temas de seguridad y estrategia que definen la agenda exterior actual del país.

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