Según el relato de la víctima, después de salir a bailar la noche del 3 de junio del año pasado, regresó a la casa de una amiga y se fueron a dormir alrededor de las 5,30 de la madrugada en la habitación de los padres de su amiga, donde también descansaba un hermano menor.
Mientras la denunciante dormía en una cama individual, despertó alrededor de las 9 al sentir que alguien la estaba tocando.
Al abrir los ojos, observó al padre de su amiga, arrodillado junto a la cama. El hombre, identificado por fuentes judiciales como Ricardo Rosales, tenía una mano dentro de su ropa interior, tocándole la vagina, mientras la sostenía por las piernas con la otra mano. La joven logró empujarlo y se cubrió con las sábanas.
La hija de Rosales despertó en ese momento y, al ver a su padre en la habitación, le preguntó qué hacía. Rosales respondió que estaba buscando el cargador del celular y abandonó la habitación.
La víctima realizó la denuncia y comenzó una investigación en la que el pasado 19 de agosto concluyó en un juicio abreviado.
Rosales fue condenado a 2 años y 6 meses de prisión de cumplimiento condicional por el delito de abuso sexual simple.
Los comentarios están cerrados.