La investigación contra Laura Noemí Figueroa, acusada de hacerse pasar por médica y ofrecer empleos en empresas mineras a cambio de dinero, continúa avanzando bajo la supervisión de la UFI Defraudaciones y Delitos Informáticos.
Según informaron fuentes judiciales, las transferencias realizadas por las víctimas fueron rastreadas hasta una cuenta bancaria a nombre de la imputada, lo que refuerza las sospechas en su contra.
Figueroa, oriunda de Caucete, enfrenta cargos por haber engañado a tres hombres desempleados, prometiéndoles empleo en proyectos mineros a cambio de un pago de $100.000 cada uno. La acusada se defendió ante el juez de garantías, Alberto Caballero, alegando que las acusaciones son parte de un complot organizado por su expareja como venganza por no poder ver a su hija de 14 años. Sin embargo, la investigación llevada a cabo por la UFI aún no da indicios de que vaya a girar hacia otro sospechoso o sumar a otro imputado.
Los investigadores, guiados por el fiscal del caso, Eduardo Gallastegui, ahora esperan los resultados de la pericia del celular de Figueroa, que será clave para determinar el próximo paso en el proceso judicial.
El hecho
Los tres denunciantes, Francisco Villalobos, Juan Chulia y Hugo Zárate, afirmaron que inicialmente se contactaron con Figueroa por teléfono y luego se reunieron con ella en un café, donde la mujer les aseguró que podría conseguirles trabajo en la minería, pero que antes debían pagarle por las gestiones y realizarse chequeos médicos.
Durante la audiencia de formalización del caso, ocurrida en abril de 2024, Figueroa negó las acusaciones y reiteró que todo se trata de una venganza de su expareja, quien, según ella, trabaja en la minería y conoce a los tres denunciantes. La mujer aseguró que desde el año pasado su expareja no puede ver a su hija porque la menor no desea verlo, calificándolo como un hombre violento.
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