En el caso de las tarifas de energía, el Enre y el Enargas aún no publicaron los cuadros tarifarios correspondientes al mes que inicia este miércoles. Fuentes oficiales comentaron a este medio que se evalúa la magnitud de las subas y cómo pueden aplicarse, tras los fuertes aumentos del 200% en electricidad y mayores al 300% en gas a los que se sumaron el agua (209%) además el transporte público (410%) durante el primer cuatrimestre.
En el sector fueron informados de cuál es lo que les corresponde aumentar, en base a las fórmulas polinómicas que se definieron tras las últimas actualizaciones de tarifas: serían 10,7% para las distribuidoras de electricidad, 12,5% para las de gas y 12% para el transporte de gas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, es quien tendrá la última palabra a la hora de aplicar las subas. Las empresas involucradas –Transener, Transba, Edenor, Edesur, TGN, TGS, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, etcétera– esperaban un traslado en torno al 5% en las facturas finales.
Fuentes del sector señalaron que la suspensión de esta fórmula es “una mala señal” y que podría poner en riesgo la cadena de pagos nuevamente, tal como había sucedido con el congelamiento durante la gestión de Alberto Fernández. Sucede que transportistas y distribuidoras deben pagar a Cammesa por la energía que le compra a las generadoras. Desde mayo se esperaba que esa “bicicleta” comenzar a rodar, normalización que ahora peligra. En ese marco, las generadoras le reclaman a Cammesa unos USD 2.000 millones adeudados en lo que va del año.
No es la primera vez que el equipo económico del Gobierno toma una definición de postergar subas para no aliviar el efecto en la inflación. La quita de subsidios que se iba realizar a principio de año solo se aplicó en usuarios de altos ingresos, industrias y comercios.
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