DENUNCIAN A CAUCETERA QUE DECIA SER MEDICA Y OFRECIA TRABAJO EN LAS MINERAS

No se le conoce oficio ni estudios universitarios, pero la mujer se presentaba como médica y sobre todo decía que mantenía importantes contactos con las compañías mineras asentadas en San Juan. Así habría embaucado a tres obreros desocupados, y posiblemente a otros más, a quienes supuestamente les sacó hasta el dinero que no tenían, con la falsa promesa de gestionar y conseguirles un trabajo en esas empresas.

Esta es la insólita historia de la caucetera sospechada de reiteradas estafas.

Su nombre es Laura Noemí Figueroa y, aunque no está presa, en días más tendrá que presentarse en Tribunales ante el juez de garantías Juan Gabriel Meglioli. El fiscal Eduardo Gallastegui y el ayudante fiscal Federico Pereyra, de la UFI Delitos Informáticos y Estafas, en esa audiencia expondrán las denuncias que hay contra esta mujer de 38 años y pedirán formalmente la apertura de la investigación.

Así fue que tres hombres, cada uno por su lado, se contactaron vía celular con la supuesta médica y ésta los citó en algún café de Capital para explicarle cómo podía “ayudarlos”, según las versiones.

Hasta el momento hay tres denuncias en la UFI Delitos Informáticos y Estafas, pero se sospechas que existen más damnificados.

En esos encuentros les expresó que ella mantenía estrechos vínculos con las áreas de Recursos Humanos de tres importantes compañías mineras y que conocía a los gerentes, de modo que les aseguraba que podía hacer que los incorporaran a algunas de esas empresas.

Jugaba con la necesidad de esas personas desocupadas, pero además los tentaba con la posibilidad encontrar un trabajo bien rentado. Pero claro, por su mediación, había un precio. A cada uno les pidió 100 mil pesos y que se hicieran una serie de estudios médicos para presentarlos, de acuerdo a fuentes del caso.

El problema fue que esos obreros desocupados pagaron y obtuvieron los certificados médicos, pero la “médica” no cumplió sus promesas, explicaron. Es más, la mujer desapareció y con ella también la esperanza de encontrar un trabajo.

Las presuntas maniobras fraudulentas ocurrieron entre enero y febrero pasado. En marzo la UFI Delitos Informáticos y Estafas recibió tres denuncias y a partir de ese momento el fiscal Gallastegui y personal policial empezaron a averiguar quién era la “médica”. Después determinaron que se trataba de esta caucetera de apellido Figueroa, que no era ninguna profesional de la salud y tampoco tenía relación con las compañías mineras.

El fiscal pidió su detención, pero el juez de garantías Juan Gabriel Meglioli denegó la medida coercitiva. Igualmente, el 27 de marzo último allanaron la casa de Figueroa en Caucete y secuestraron su celular y otros elementos vinculados a la causa, revelaron fuentes del caso. En días más deberá presentarse en Tribunales, pero no descartan que surjan más denuncias contra la caucetera que supuestamente decía ser médica y jugaba con la necesidad de un trabajo con tal de sacar dinero.

Fuente Tiempo de San Juan

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