Luciana Sánchez Bustos se declaró inocente en la breve declaración que realizó a la jueza Celia Maldonado, en la investigación por la muerte de Marcelo José Amarfil el pasado miércoles en 9 de Julio, pero la magistrada decidió imputarla y dar lugar al pedido de la fiscalía de 1 año de prisión preventiva en el Servicio Penitenciario.
Cerca de las 2 de la mañana del 17 de enero, un policía que patrullaba la zona en moto se acercó a un Ford Fiesta, que estaba detenido a un costado de la calle Pellegrini, entre Solís y Santiago del Estero, y entrevistó a Bustos Sánchez, quien estaba sin remera, descalza y con manchas rojas en sus manos y piernas.
Muy nerviosa, la mujer le dijo que su amigo había tenido un brote psicótico, que se había quitado la ropa y que había comenzado a darse cuchillazos en el cuello hasta matarse. El auto tenía la puerta del lado del conductor abierta, y el cadáver estaba sobre la calle, a un costado del vehículo, con heridas cortopunzantes en el cuello, la mejilla derecha y la mano izquierda.
Pese a la versión del suicidio, Bustos Sánchez esa misma noche fue arrestada, dadas algunas contradicciones. El cuchillo era parte de un kit de asado y fue encontrado adentro del auto, en el piso del acompañante.
La autopsia a Amarfil reveló además que dadas las características de las lesiones, la presunción es que fue atacado y que no se autoagredió.
Los fiscales de la UFI Delitos Especiales Adrián Riveros y Francisco Pizarro acusaron formalmente a la mujer de 33 años y solicitaron la prisión preventiva en tanto, en tanto que la defensora de la acusada, había pedido la excarcelación.
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