El mapa opositor empieza a reconfigurarse en el amanecer de la gestión de Javier Milei. Tras la profunda crisis en Pro que provocó el ingreso de Patricia Bullrich al Gabinete, Martín Lousteau fue electo hoy como nuevo presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), una de las fuerzas que conforman el casi extinto de Juntos por el Cambio desde 2015, y sucederá en el cargo al exgobernador de Jujuy Gerardo Morales, quien se convirtió en los últimos dos años en su principal socio para construir poder en el seno del radicalismo.
Desde este viernes Lousteau lidiará con el desafío de avanzar con una renovación del radicalismo y saldar las diferencias internas en torno a la identidad y el futuro posicionamiento del partido después de que el triunfo presidencial de Milei en las urnas diera vuelta el tablero político. La gran línea divisoria de aguas en la UCR sigue siendo, sobre todo, la relación con Mauricio Macri y Pro, pero también hay debate sobre cómo tienen que pararse frente al gobierno de La Libertad Avanza (LLA).
El líder de Evolución Radical, una rama interna del centenario partido, y uno de los principales detractores de la cosmovisión de Milei en el espacio opositor, fue ungido por unanimidad como el nuevo jefe de la UCR tras una reunión del plenario de delegados en la sede del Comité Nacional en la calle Alsina.
Pese a que el grupo “Causa Federal”, que tiene como principales exponentes a los gobernadores Gustavo Valdés (Corrientes), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco), intentó disputar la sucesión de Morales y amagó con impulsar un candidato propio, Lousteau -que cayó derrotado en las primarias porteñas de agosto pasado con Jorge Macri- consiguió la mayoría de adhesiones entre los delegados partidarios (68 de 106). Con ese número iniciaron el plenario. Para consolidar una integración de ambos sectores, el tándem Lousteau-Morales selló un acuerdo con Cornejo y Valdés en el reparto de lugares clave en la nueva mesa de conducción de la UCR.
Los comentarios están cerrados.