EMPRESARIOS ADVIERTEN SOBRE CIERRES Y DESPIDOS

Las medidas de emergencia del ministro de Economía Luis Caputo empezaron a mostrar su letra chica ayer y, con esa información, el empresariado sanjuanino analizó cómo será el futuro inmediato. El tono general de seis referentes de distintas áreas fue el mismo: lo que viene será muy duro, pero necesario. Dentro de esa idea, la misma que repite el nuevo oficialismo nacional desde que asumió, anticiparon de 4 a 8 meses de consumo en caída, cierre de negocios frágiles, suba de la inflación a un ritmo galopante, sectores que adelantarán vacaciones para no recurrir a los despidos y otros que ya saben que no podrán sostener a todos sus trabajadores. Las esperanzas de un repunte las fijan recién para finales de 2024 y, en el medio, tienen expectativa por un plan económico integral que anunciará el ministro del presidente Javier Milei.

El sector que anticipa problemas más graves es el comercio minorista y creen que es inevitable que haya de un 10 al 15 por ciento de negocios que cierren durante los próximos meses, con sus consecuentes despidos. Laura Zini, presidenta del Centro Comercial de San Juan, dijo que esto se debe a la fragilidad del rubro, que acumula un año de caída en las ventas. “Lo que vemos es que se va a reducir el gasto a lo esencial y eso va a afectar sobre todo a las regalerías, bazar y perfumería, entre otros”, explicó. Indumentaria y calzado lograron ventas importantes antes de las fiestas, pero si la crisis continúa en marzo y abril, no podrán hacerle frente al cambio de temporada y aumentarían despidos y cierres. Por eso, cree que tendrán al menos cuatro meses muy duros, que sin créditos o baja de tasas, podrían extenderse.

Si bien el consumo se trasladaría a alimentos y bienes esenciales, tanto Franco Pelletier, de Cabral Mayorista, como Jorge Icazati, gerente del frigorífico Mec, anticiparon que también en sus rubros ya ven bajas y anticipan que se profundizarán. El primero aseguró que luego de picos de clientes stockeándose, empiezan a ver una baja. A esto se suma que desde hace dos días no tienen listas de precios ni les venden y esto podría llevarlos al desabastecimiento. Otra preocupación tiene que ver con la baja en las ventas a almaceneros y negocios de barrio.

En el caso de la venta de carne, Icazati aseguró que hubo una suba del 50 por ciento en los últimos días, que llevó el precio del kilo de carne en las carnicerías a cerca de 8.000 pesos. Ante esto, prevé dos escenarios: “Lo que se va a ver es que la gente no va a poder comprar en ese precio y cuando baje la demanda, puede bajar el precio. Pero si se abren las exportaciones, podría empezar a salir la carne y ahí, sin una medida que lo controle, no se va a abaratar”. A pesar de que reconoce que están en riesgo distribuidores y carnicerías, apoyó la desregulación del mercado.

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