MILEI POSTERGA LOS ANUNCIOS EN MATERIA ECONOMICA

El presidente Javier Milei decidió demorar la conferencia de prensa en la que Luis ‘Toto’ Caputo anunciará las medidas económicas del nuevo gobierno.

Consultado acerca del inicio del tratamiento de la llamada ‘ley ómnibus’, que puede contener reformas políticas, laborales y económicas, el senador nacional peronista José Mayans dijo que recibió ayer ‘la información de que tienen que volver a pulirla y no estaría (para hoy), porque tiene muchos errores el proyecto’.

Lo cierto es que el presidente tendrá su primera reunión oficial del gabinete hoy a las 9 en la Casa Rosada. El contenido principal de la reunión es la ley ómnibus con la que planea lanzar su gestión. Esta ley, se supone, contiene los contornos del ajuste, pero no es lo mismo que un plan económico o al menos una hoja de ruta global.

Por lo pronto, Milei ya firmó ayer su primer decreto de necesidad y urgencia (DNU) para reducir a nueve el total de los ministerios que funcionarán en su Gobierno y tomó juramento a los ministros del Gabinete Nacional en el Salón Blanco de la Casa Rosada.

Según trascendió, la letra chica del primer DNU de Javier Milei amplía facultades para realizar ajustes, como también privatizar y hasta cerrar compañías estatales.

El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, asumieron una amplia variedad de tareas y se les asignó -de acuerdo al texto que se conoció ayer- una facultad concurrente para avanzar en la privatización o, incluso, el cierre de las empresas públicas.

A Posse se lo facultó para “intervenir en las empresas y sociedades actuantes en la órbita de los ministerios y secretarías de la Administración Pública”, como también para “entender en un sistema de información que permita el seguimiento del desempeño de las empresas y sociedades actuantes en la órbita de los ministerios y secretarías que conforman la Administración Pública Nacional”. En un hecho inédito, el presidente decidió no transmitir la jura de ministros y tampoco permitió el ingreso de acreditados al Salón Blanco. “No hay nada que festejar”, dijeron en el Gobierno. Para la ceremonia, no se permitió el acceso a los periodistas.

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