Como el poema “Esperan”, escrito por Juan Gelman, que comienza diciendo “vamos a empezar la lucha otra vez”, las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, junto a distintos organismos de defensores de los derechos humanos, partidos políticos, movimientos sociales y gremios, le advirtieron este jueves a Javier Milei, quien este domingo asumirá la presidencia, que están dispuestas a “estar en la calle con lluvia, frío y calor” para mantener el pedido de aparición con vida de los 30.000 detenidos-desaparecidos por la última cívico dictadura, una cifra que el electo mandatario negó durante su campaña electoral.
“Vamos a tener que empezar otra vez”, dijo Nora Cortiñas, de 93 años, al finalizar la 43° Marcha de la Resistencia alrededor de la Pirámide de Plaza de Mayo. Junto a Elia Espen y Mirta Acuña de Baravalle, encabezó el histórico recorrido a tres días de la asunción de Milei.
Las tres Madres de Plaza de Mayo, junto a referentes de los organismos de derechos humanos, exigieron al nuevo gobierno la continuidad de los juicios a los responsables de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, la apertura de todos los archivos con información acerca de la represión ilegal y las tareas de inteligencia llevadas a cabo entre 1976 y 1983 y la anulación del convenio firmado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y el club River Plate por la cesión del que fuera el Campo de Deportes de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), situado a pocos metros del edificio militar que funcionó como centro clandestino de detención.
El acuerdo alcanzado este año entre el organismo gubernamental y la entidad “millonaria” contempla la construcción de un centro deportivo pero fue objetado debido a que la Justicia todavía no dilucidó, pese a las denuncias existentes, si en ese predio de siete hectáreas de extensión fueron quemados los cuerpos de al menos 40 víctimas de la dictadura, entre ellas, dijeron el del escritor y periodista Rodolfo Walsh.
“Tenemos mucho por hacer todavía. Si estamos todos juntos y atentos, no pasarán”, expresó Cortiñas en un breve discurso. Antes, Elia Espen, de 92 años, consideró que los que vienen serán “momentos difíciles”. “Pero no nos callaremos. Seguiremos reclamando memoria, verdad y justicia”, aseguró. Espen recordó que su hijo Hugo, secuestrado y desaparecido el 18 de febrero de 1977, solía decirle: “Mamá, va a costar mucho, pero vamos a construir un nuevo país”.
“Son 30.000 y es genocidio”, fue la consigna más repetida en las banderas colegas en las rejas que rodean a la Pirámide de Mayo.
“Durante los 70 hubo una guerra y las fuerzas del Estado cometieron excesos pero los terroristas del ERP y Montoneros mataron, pusieron bombas y cometieron delitos de lesa humanidad. No estamos de acuerdo con los curros de los derechos humanos”, había dicho Milei durante el primer debate presidencial, que se llevó a cabo el 1 de octubre pasado en Santiago del Estero.
Aquella noche, entre una seguidilla de frases negacionistas sobre lo ocurrido durante la última dictadura cívico militar en Argentina, el electo presidente insistió en que “no fueron 30.000 desaparecidos, sino 8.753”. Una postura similar adoptó durante la campaña electoral la electa vicepresidenta, Victoria Villarruel.
“Si es necesario, vamos a volver a hacer filas en los tribunales para presentar recursos de hábeas corpus o a subirnos a los colectivos para dejar volantes, como hicimos en aquella época. Queremos que nos digan dónde están nuestros hijos”, pidió Cortiñas.
Si es necesario, vamos a volver a hacer filas en los tribunales para presentar recursos de hábeas corpus o a subirnos a los colectivos para dejar volantes, como hicimos en aquella época. Queremos que nos digan dónde están nuestros hijos
La dirigente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora recordó que la primera Marcha de la Resistencia se realizó en 1981, todavía en plena dictadura, y que se extendían durante todo un día.
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