El 1 de abril de 2022, una mujer llamó a la Policía Federal para aportar datos más que precisos sobre un supuesto comercio ilegal de drogas: aludía a que una señora en Villa Güell, Sarmiento, se dedicaba a vender estupefacientes.
Dio la dirección exacta y especificó cómo era la casa donde operaba el negocio y también señaló a un hijo de la supuesta narco, un tal Franco alias ‘Bitle’, describiéndolo físicamente. Días después, Fiscalía ordenó una investigación que, al cabo de 6 meses (el 28 de stiembre de aquel año), cuajó en pruebas concretas contra cinco miembros de una familia, como escuchas, videos, fotos y algo más, igualmente contundente: el secuestro de 961 gramos de cocaína distribuidos en dos ladrillos y medio y otros 14 envoltorios más pequeños.
Esa vez, los policías de la Agencia Regional Cuyo de la Policía Federal, también incautaron 607 gramos de marihuana; 961.130 pesos, balanzas de precisión, una docena de celulares y el auto del ‘cabecilla’ de esa banda, un Volkswagen Voyage.
Cuando el caso llegó a juicio a el Tribunal Oral Federal, los cinco sospechosos decidieron a través de su Defensa que lo más ventajoso era asumir su responsabilidad en el comercio de estupefacientes que les atribuían. Y cambio de una modificación en el delito inicial y una rebaja de pena, acordaron con el fiscal Francisco Maldonado un juicio abreviado, que fue homologado por el juez Daniel Doffo, quien aplicó cinco condenas.
Las penas más altas fueron para la dueña de la casa donde se fraccionaban y vendían las drogas y uno de sus hijos. Franco Mario ‘Bitle’ Escoda Ontiveros (32), recibió 4 años y 3 meses por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Por la misma maniobra delictiva, su madre Sonia Graciela Ontiveros (60) fue condenada a 4 años de cárcel.
Otros tres miembros de esa familia fueron considerados partícipes secundarios y recibieron penas que les permiten salir: la pareja de Franco Escoda, Gabriela Fernanda Silva Córdoba (27) fue castigada con 2 años y 6 meses de prisión, igual que su cuñado, Yango Gabriel Escoda Ontiveros (28). Otro de los Escoda, Eduardo Nicolás (38) terminó con 2 años de pena.
La investigación de los policías determinó que Franco conseguía la droga en Mendoza. Que estaba al frente de ese negocio ilegal en el que su pareja y su madre se encargaban de fraccionarla y venderla. De hecho, en la casa donde los tres vivían, encontrado la mayor cantidad de sustancia y casi todo el dinero. Y que hermanos Eduardo y Yango Escoda (que viven en otra parte) también comercializaban.
Los comentarios están cerrados.