El dólar blue, una referencia no oficial en Argentina para el tipo de cambio paralelo, experimentó un aumento marcado en la jornada del lunes 14 de agosto, situándose en niveles históricos.
Con una subida de $65, la cotización para la compra alcanzó los $660, mientras que para la venta se ubicó en $670 en la City porteña, pasadas las 12, trepó hasta las $720.
En San Juan, las ventas arrancaron en $640, pero después de las 11 equiparó al de Buenos Aires. Este incremento representa un nuevo capítulo en la volatilidad del mercado cambiario argentino.
La brecha entre el dólar blue y el dólar mayorista, que rige en las operaciones de comercio exterior, ha alcanzado un 91,40%, una diferencia significativa que refleja la inestabilidad económica del país. Esta situación genera incertidumbre entre los inversores y la población en general, con consecuencias potenciales para la inflación y la economía en su conjunto.
La expectativa en el mercado financiero estaba enfocada en la apertura de este lunes después de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), en las que el oficialismo quedó en el tercer lugar detrás del candidato Javier Milei y los representantes de la coalición Juntos por el Cambio. Esta sorpresiva composición de resultados generó una reacción inmediata en los mercados.
El Banco Central de Argentina también desempeñó un papel en esta situación, devaluando el peso en un 22%. Esto ha llevado al dólar oficial (sin impuestos) a cotizar a $347,50 para la compra y $365,50 para la venta en las pantallas del Banco de la Nación Argentina (BNA). La devaluación es una medida destinada a mantener la competitividad de las exportaciones y mejorar el balance comercial, pero puede tener implicaciones en la inflación y en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
La combinación de estos factores creó un panorama de alta volatilidad en el mercado cambiario argentino, con el dólar blue alcanzando niveles sin precedentes y la brecha con el dólar oficial ampliándose. La incertidumbre política y económica en el país agrega un elemento adicional de complejidad, y los próximos días serán cruciales para observar cómo se desarrolla la situación y cuáles serán las implicaciones para la economía en el corto y mediano plazo.
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