ABASTECEDOR DE CARNE DE CAUCETE,VICTIMA DEL ROBO DE CASI 1 MILLON DE PESOS
El hecho sucedió en sarmiento mientras descargaban una media res en un comercio local
Un robo que generó dudas en la Policía de San Juan se produjo este jueves en Sarmiento, donde un repartidor de carne, junto con un empleado, perdieron $620.000 en efectivo, y $260.000 en cheques.
El presunto robo se produjo en la villa cabecera del departamento, donde los repartidores abastecen a ocho comercios y en un supuesto descuido alguien les robó cuando estaban descargando las media res.
Según denunciaron las víctimas del robo en la Comisaría 8ª de Sarmiento, el repartidor bajó del camión para hablar con unos de sus clientes y saber cuántas reses le dejaba, en ese momento le pidió a su ayudante y conductor del camión, que vaya a la cámara frigorífica del rodado y baje el pedido del cliente.
El ayudante habría dicho que en un momento escuchó que la puerta del camión se golpeó, pero al bajar y ver si alguien la había abierto, no vio a nadie y siguió con su trabajo. Cuando terminaron de descargar el pedido, ambos repartidores se subieron al camión y notaron que no estaba la bolsa de nailon que contenía el dinero y tampoco vieron a quien se las robó.
La denuncia fue encarada por Bernardo Antonio Cuesta, domiciliado en Caucete. Este hombre dio aviso del robo cuando su chofer, perteneciente a la empresa “Abasto de Carne”, se encontraba descargando carne en un comercio de la zona, en Sarmiento, y dejó arriba del asiento del camión una bolsa con el dinero recaudado.
En el hecho interviene Comisaría 8ª y se pidió colaboración a la Brigada de Investigaciones Sur. Desde la Policía indicaron que al no haber ninguna pista aún sobre los ladrones, la investigación se iniciará con la revisión de las cámaras de seguridad de las inmediaciones al lugar del hecho.
Además para los investigadores, resulta extraño que alguien transporte tanto dinero y lo deje a la vista de cualquiera arriba del asiento del camión, situación que les fue transmitida a las víctimas del robo, a lo que habrían respondido que nunca les había pasado algo similar, y como Sarmiento es un lugar tranquilo, se confiaron y dejaron el dinero sobre el asiento.
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